En el análisis de la evolución del mercado de productos de consumo masivo en el canal tradicional, se ha detectado que varios fabricantes se han volcado hacia la estrategia de “Downsizing”, reduciendo el contenido de sus presentaciones en respuesta a la inflación que somete al país; de esta manera no afectar los precios al consumidor final. Tomaremos como ejemplo el mercado de leches, en el cual se observa que las presentaciones de 400 gramos están siendo reemplazadas por nuevas versiones de 395 gramos y 390 gramos, las cuales están ganando una participación significativa en el mercado.
¿A qué se debe el cambio en los tamaños?
Este cambio en el tamaño de los productos se debe al constante aumento de los costos de producción, como el precio de las materias primas y los servicios utilizados en el proceso debido a la inflación. A medida que los costos aumentan, las empresas se encuentran en una encrucijada: o bien aumentan el precio de sus productos o bien reducen el tamaño y/o contenido de los mismos.
Mantener los precios estables es de vital importancia para las empresas retail, ya que los consumidores son sensibles a los cambios en el precio de los productos de consumo básicos, como la leche. Un aumento en el precio puede llevar a los consumidores a buscar alternativas más económicas o a reducir su consumo, lo que tendría un impacto negativo en las ventas de la empresa.
Es por esta razón que muchas empresas optan por reducir el tamaño o el contenido de sus productos en lugar de aumentar los precios. Al hacerlo, pueden mantener sus productos accesibles para los consumidores y evitar una disminución en las ventas. Al mismo tiempo, el cambio en el tamaño del producto puede ser una estrategia para mantener la percepción del consumidor de que obtiene el mismo valor por su dinero.
¿Cómo se ve afectado el consumidor?
Este cambio en el mercado no está exento de consecuencias. Por un lado, la reducción del contenido puede llevar a una disminución en la imagen percibida del producto, lo cual podría tener un impacto en la fidelidad y satisfacción del cliente a largo plazo. Por otro lado, el cambio en el tamaño del producto puede generar confusión para los consumidores que están acostumbrados a un tamaño específico.
Es importante mencionar que este fenómeno no se debe a una empresa o marca en particular, sino que es una estrategia generalizada en la industria para enfrentar la presión de la inflación y los costos crecientes.
¿Qué podemos concluir?
En conclusión, la reducción del contenido en los productos como una estrategia para combatir la inflación y mantener los precios es una práctica cada vez más común. Si bien puede ser una forma efectiva de mantener la rentabilidad y el acceso a los productos para los consumidores, también plantea desafíos en términos de calidad percibida y confusión para los consumidores. Como consumidores, es importante estar conscientes de estos cambios, exigir a las marcas la debida comunicación/transparencia y así tomar decisiones informadas al realizar nuestras compras.
